50 errores de tu negocio que NO te van a solucionar las redes sociales

¿Crees que las redes sociales son la mejor solución para tu negocio? ¿Has apostado muchas de tus cartas en la presencia en redes para vender más pero ves que no acaban de funcionar? A lo mejor es que tienes que replantearte unas cuantas cosas.

[quote style=”1″]Antes de hacer una apuesta en redes sociales, valora bien su alcance.[/quote]

A continuación te dejo 50 errores “de negocio” que no deberías arrastrar a redes sociales. Los encontrarás divididos en 3 grandes bloques.

 

 

# 1. Estrategia de negocio

Los puntos que vas a leer a continuación tienen que ver con falta de planificación o de previsión, con falsas creencias o creencias infundadas y decisiones mal tomadas.

1. 1. Querer salvar una mala inversión o una decisión equivocada en tu negocio. ¿Has hecho una inversión fuerte en maquinaria y no has previsto un plan para ver cómo podías rentabilizar esa inversión y en qué plazo? ¿Te ha pillado la crisis y ya habías hecho la inversión? Lo que necesitas no es un Community Manager, necesitas un asesor de negocio.
   2. Tener problemas en la cadena de producción u ofrecer un mal servicio de atención al cliente. Si no solucionas tus propios problemas internos, éstos los arrastrarás a la red.
   3. Ofrecer las mismas soluciones de negocio que hace 10 años. Ya Einstein lo dijo: “No podemos resolver problemas de la misma manera que cuando los creamos”.

1. 1. Dar continuidad a una mala decisión para no “perder” los recursos ya invertidos. Las soluciones a medias, ¿funcionan?
   2. Apostar por plataformas que se llevan gran parte de tu beneficio para encontrar soluciones online “desesperadas”. Estas plataformas de ofertas y descuentos pueden ser una buena alternativa en un momento puntual y siempre pensando en que no todo lo venderás a través de alguien que te pide que lo hagas casi a precio de coste.
   3. No escuchar a los usuarios. Si no vas a tener en cuenta el feedback de tus usuarios para mejorar y adecuar tu producto o servicio a sus necesidades, ¿para qué quieres introducir tu negocio en redes sociales?
   4. Conformarse con un número bajo de acciones y no probar otras diferentes. Si crees que todo funciona a la primera, estás equivocado. Prueba acciones distintas para ver qué otros resultados mejores puedes conseguir. “Si haces siempre lo mismo, no esperes resultados diferentes.” (Einstein)
   5. Querer facturar la mitad del año gracias a las redes sociales porque hay millones de usuarios en ellas. Durante el fin de semana los centros comerciales están abarrotados, pero ¿hay más gente comprando o mirando? Las redes sociales no son muy diferentes a los entornos offline que ya conocemos.
   6. No tener un plan de empresa. Si no tienes plan o lo tienes guardado en el cajón (algo muy habitual), irás apagando fuegos todo el tiempo. Este modo de hacer (“a salto de mata”) se trasladará a tu presencia en redes sociales. ¿No es eso imagen de marca, también?
   7. Tener una estrategia basada en planes negocio anticuados. Si tienes una estrategia basada en planes de hace 10 años, puede que sea hora de probar otros más eficaces (fíjate en el Business Model Canvas del que se habla aquí). ¿Vas vestido hoy igual que hace 10 años? ¿Tu barrio es el mismo que hace 20 años? Si las cosas cambian, ¿por qué no va a cambiar tu negocio?
   8. Externalizar tus servicios de comunicación o de marketing sin tener un plan de empresa claro. Si tú no sabes qué plan quieres seguir para tu empresa, ¿esperas que una agencia de comunicación te lo defina?
   9. No tener definido al público de tu negocio. Éste es uno de los errores más comunes. Si no conoces a tu perfil de cliente, por mucha gente que haya en redes sociales no vas a conseguir que todo el mundo entre en tu espacio. La gente a la que le gusta tu producto reúne unas características específicas; ¿sabes cuáles son? ¿Sabes por qué la gente te compra  tu producto o servicio (aparte de “porque les gusta”)?
   10. No haber tenido en cuenta la proyección de tu negocio a largo plazo. Si no has ido trabajando lo importante en tu negocio a lo largo de un tiempo, posiblemente ahora te encuentres en una situación de urgencia; ¿piensas que en las redes sociales no es necesario el tiempo para trabajarlas y que puedas recoger sus frutos?
   11. No definir objetivos específicos de negocio. Sin objetivos específicos de negocio definidos, estaremos constantemente haciéndonos la misma pregunta “¿qué hacemos ahora?
   12. No casar tus objetivos offline con los objetivos online. El canal online es un canal que se complementa con otros canales tradicionales. Si tu negocio tiene los mismos objetivos esté dónde esté, haz acciones que te ayuden a alcanzarlos en entornos diferentes.
   13. No medir ninguna de tus acciones publicitarias (radio, tv, revistas…) y pedir grandes resultados a las redes sociales. Si no mides tus canales offline, ¿por qué exiges a las redes sociales lo que no haces en otros espacios? ¡Mide todos tus canales! No te pierdas este eBook gratuito sobre Social Media ROI para entenderlo mejor.
   14. No tener una planificación de acciones en tu negocio. Si no hay planificación de acciones, perderás oportunidades y tu gente estará mal coordinada.
   15. No seleccionar las redes sociales que más orientadas vayan a alcanzar a clientes de tu sector. Estar en redes generalistas está bien, pero debes pensar si para el esfuerzo que supone, ¿no estaría mejor tener presencia en redes específicas donde los usuarios ya están interesados en los productos o servicios de tu sector?
   16. Gestionar mal tu tiempo y dejar lo importante para el final. Si no cuentas con tiempo suficiente para lo importante, sólo trabajarás en el plano de lo urgente, y seguramente no darás importancia a las redes sociales. Aquí tienes una agenda que te ayudará a planificarte. En apariencia no tiene mucho que ver con redes sociales (o no sólo con ellas), pero repercute de forma importante en los resultados.
   17. No hacerse preguntas ante los datos de analítica web o los resultados de una campaña. El entorno online es un medio vivo que te proporciona datos en tiempo real, por eso debes analizar e interpretar los datos que te van dejando los usuarios, para poder retroalimentar tu estrategia, pues vas conociendo mejor y con más profundidad el calado que tiene tu producto o servicio en relación con tu mercado. Eso te ayuda a su vez a mejorar y enfocar mejor tu comunicación online. Lo de “pongo un anuncio en páginas amarillas y me olvido” ha pasado a la historia.
   18. No haber creado un plan de Social Media a partir de tu plan de marketing. Tu presencia online no es ajena a tu negocio. Si todo depende de tu negocio, ¿por qué las acciones que puedas hacer en las redes sociales no están orientadas a alcanzar tus objetivos de negocio?
   19. No implicarte en tu presencia en redes sociales. Si  tú (o un empleado) no tenéis tiempo para hacer nuevos clientes potenciales, ¿vas a dejar sólo en manos de un consultor externo la gestión de tus posibles clientes futuros?
   20. Las redes sociales van a originar por sí solas ventas inmediatas. Las ventas en Internet no son proporcionales a la rapidez con la que todo cambia en la Red. Las ventas, ventas son. Lo que sí puede ser más cierto es que el volumen de ventas, gracias a Internet, sea más elevado (no más rápido). Pero para ello conviene que hagas muchas acciones y tengas un sistema de medición para saber cuáles te convierten más y cuáles menos; de este modo sabrás cuáles debes dejar de hacer y optimizar tu tiempo y recursos.
   21. Conseguir 20.000 clientes en medio año con un presupuesto de 1.000 €. Sí, las redes sociales pueden ser canales más económicos que otros, pero no obran milagros.
   22. Pensar que las redes sociales son la solución como canal de ventas inmediato. La comunicación en redes sociales es inmediata, en tiempo real, pero por desgracia, conseguir ventas suele requerir de un ciclo más largo.
   23. Emprender un negocio y dedicarte sólo a tu producto o servicio. Lanzarte a la aventura de emprender porque tienes un buen producto o servicio está muy bien, pero no es suficiente para que la empresa te vaya bien y sea sostenible en el tiempo. No confíes en que las redes sociales por sí solas vayan a hacer las ventas.
   24. Pensar que es más fácil vender en redes sociales que en el canal offline. Ya lo hemos visto antes: la venta es un proceso con factores específicos; debes saber cómo funciona en el producto que vendes.
   25. Captar más fans para tener más y mejor imagen de marca. ¿El hecho de acumular muchos fans te garantiza algo con respecto a tus competidores? ¿Has pensado en qué es lo que le garantiza a tu negocio? Subir los contadores de fans le va a gustar mucho a tu jefe o cliente, pero no saber qué hacer con tu seguidores te va a traer dolores de cabeza, especialmente cuando te pregunte: “¿cuando nos empezarán a comprar esos fans?”.
   26. Tener productos de gran demanda y con competencia feroz, venderlos por encima de su precio y creer que las redes sociales son el lugar adecuado. Si tu producto es caro, deberás perfilar muy bien ese nicho de mercado que esté dispuesto a pagar por él, porque por mucha gente que haya en redes sociales, tú debes saber qué características reúnen esos pocos que pueden acabar comprándote y dónde los vas a encontrar.
   27. Pagar poco por la presencia en redes sociales. Si no crees en lo bueno, bonito y barato cuando piensas en tu producto, ¿por qué piensas que las redes sociales son buenas, bonitas y baratas? Fórmate para entender qué pueden hacer las redes sociales por tu negocio y no te creas las falsas expectativas que otros te puedan intentar hacer creer.
   28. Pensar que los besitos y abracitos (“IOR”) van a acabar en ventas. ¿Gustar o vender? Ésa es la cuestión del ROI en Social Media. ¿O has pagado alguna vez la cuenta de un restaurante con “Me gusta” o con RT?
   29. Estar porque está tu competencia. Que te fijes en lo que hacen tus competidores y cómo lo hacen es una cosa, pero no puedes tomar una decisión de este tipo sólo por ese motivo.
   30. Pensar que la tecnología lo soluciona todo. Ponerte al servicio de la tecnología para mostrar modernidad te va a salir muy caro si no piensas en que la tecnología debe apoyar tus necesidades, no al revés (que es el pensamiento más habitual). No es más moderno el que tiene más tecnología, sino el que la sabe utilizar para cubrir unas necesidades reales.

# 2. Contenido

Si no tienes claros los puntos del primer bloque, el contenido quedará sin definir y no podrás obtener los resultados que esperas.

1. 1. Concebir las redes sociales como el nuevo canal publicitario. El potencial de las redes sociales está en la capacidad que tengas de relacionarte con tus usuarios para conocerlos mejor, no en tener un espacio con un logo y una serie de ofertas de producto.
   2. Concebir tus canales de difusión de marca como independientes (no cruzar medios). Si en cada canal puedes alcanzar distintos objetivos de formas diferentes, informa al usuario sobre otros canales en los que te puede encontrar para que se haga una idea más completa de tu negocio.
   3. No casar tu agenda offline con tu agenda de publicaciones online. Si no ves qué eventos tienes ya programados en el entorno de la empresa, perderás la oportunidad de comunicarlo en redes sociales.
   4. Enfocar una comunicación offline y online sin saber por qué compran tus clientes tu producto o servicio (además de porque les gusta). Primero tu negocio; luego piensa en cómo darle difusión.
   5. Hacer acciones no orientadas a los gustos de tu público. Tener un producto de alta gama y plantear concursos para veinteañeros no es una buena opción.
   6. Convencerte de que por tener una imagen gráfica excelente los usuarios te van a comentar más. Una imagen de marca gráfica excelente por sí sola no garantiza que la gente te vaya a dejar más comentarios ni tampoco es una invitación a la conversación en redes sociales. Primero tienes que hacer que te encuentren, y la primera prueba para aparecer en resultados de búsqueda empieza por palabras clave, no por imágenes. ¿Acaso tú sólo hablas o te relacionas con las personas que tienen “buena imagen” o van bien vestidas?
   7. No tener en cuenta que tu público está buscando tus productos y servicios por palabras clave en vez de hacerlo por tu imagen gráfica. Es como gastar dinero en un Ferrari para conducir a 20 km/h.
   8. Pensar que los concursos en redes sociales traen seguidores para siempre y que conseguirás cientos de clientes. Si no hay una estrategia detrás que respalde los concursos, éstos no sirven para nada. La pregunta es: ¿qué voy a ofrecer después del concurso para que la gente no desaparezca?
   9. Publicar dos veces al día lo primero que se te ocurre en redes sociales y esperar que aumenten los seguidores por arte de magia. Si no estableces unas pautas de contenido concretas, es difícil que tus seguidores entiendan muchas de tus publicaciones.
   10. Pensar que teniendo una página web, un blog y una cuenta en redes sociales te van a llover los pedidos. Tener cuentas en redes sociales o espacios virtuales es como disponer de un altavoz. Ahora “sólo” tienes que hablar e intentar que tu discurso sea lo más interesante posible para que tengas público que te escuche y te haga preguntas. Sólo así podrás empezar una conversación (¿inicio de una relación de futuro?).
   11. Tener una página web con una baja usabilidad, Si cuando el usuario llega a tu página sólo ve diseño pero le abarrotas de información, no le muestras claramente el producto o servicio y no haces llamadas a la acción, ¿crees que tu web convertirá?

# 3. Proveedores

El equipo en quien confías es también una parte fundamental.

1. No contactar con los profesionales adecuados. El entorno online es todo un mundo. ¿Contratarías a un asesor fiscal para asuntos laborales? Si contratas a gestores o asesorías diferentes para soluciones diferentes, ¿por qué no lo haces también en el entorno online?
2. Seguir trabajando con la agencia de toda la vida sin saber si se ha reciclado en servicios. Todo producto o servicio cambia con el tiempo; ¿tu agencia de comunicación de toda la vida también?
3. Dejar tu negocio en manos de quien confías aunque no sepa mucho del entorno online. Por mucho afecto o confianza que le tengas, es un peligro que te puede salir un tanto caro. Tener confianza en un proveedor es fundamental, pero también debes ser realista: entrevístate con muchos profesionales (consultores o agencias) para conocer qué ofrecen y asegurarte buenos resultados.
4. Dar por supuesto que la agencia que has contratado es muy buena porque tiene como clientes a primerísimas marcas. ¿Sabes exactamente qué proyectos ha realizado para esas marcas? Y, por otra parte, ¿tienes tú las mismas necesidades que una primera marca? ¿Necesitas tú soluciones parecidas? ¿Tienen esas primeras marcas los mismos productos o servicios que tu negocio? ¿En cuánta cantidad? Aunque valores mucho tu empresa, la mejor solución está en quien mejor entiende tu negocio y el entorno online. 
5. Dar por descontado que el equipo de marketing o comunicación que has contratado se va a implicar más que tú en tu negocio. Los negocios son como los hijos: ¿quién los va a cuidar mejor que tú?
6. Contratar servicios de Social Media a quienes les dedican 3 horas semanales para tener únicamente presencia. En las redes sociales está bien que te vean, pero mejor es que interactúen contigo, ¿no? ¿Crees que es suficiente con cuatro comentarios?

Conclusión

¿No te sorprende que la mayoría de los errores tengan que ver con estrategia? Es decir, con no haberse parado a pensar mínimamente en el propio negocio y en el entorno online.

Si esta etapa de pensamiento -que se supone que sólo tiene un coste en tiempo, a menos que contrates a un consultor de negocio para que te ayude a definirla- no la has realizado correctamente, ¿cuánto más no vas a invertir en todo lo que viene después de la estrategia de negocio? Si las acciones que realizas no están alineadas con tu negocio, es muy probable que el retorno de la inversión que hagas (el famoso ROI) tampoco sea el que esperas.

Te dejo 2 recomendaciones muy sencillas según sea tu perfil:

Si tienes un negocio

Antes de dar paso a las oportunidades que te puedan brindar las redes sociales, a lo mejor necesitas a un profesional más orientado a negocio. Ya tendrás tiempo de contratar a un consultor de Social Media.

Si eres Community Manager

Si eres Community Manager y te encuentras con clientes que demandan servicios de Community Management o de Social Media, debes detectar en la primera reunión qué tipo de clientes tienes y si les vas a poder ayudar o si previamente necesitan el consejo de otro profesional para que tu trabajo se luzca, ganes un cliente y se potencie el boca a boca. 😉

¿Qué te parecen estos errores? ¿Incluirías alguno más, aunque sea en una línea distinta?

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