¿Sabías que 8 de cada 10 clientes de Apple están satisfechos con sus productos? De hecho, la marca suele estar entre el top 10 de empresas que generan mayor satisfacción en sus clientes. ¿Cuál es la razón?, ¿realmente los aparatos Apple son tan buenos?, ¿el efecto halo tiene algo que ver en esto?
Quédate en este artículo porque aprenderás cómo usa Apple el efecto halo para posicionar sus productos. Y, sobre todo, cómo podrías usarlo tú para, con un producto, incrementar las ventas de todo tu catálogo.
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¿Qué es el efecto halo?
El efecto halo podría resumirse con ese refrán de haz fama y échate a dormir.
Lo que plantea es que los humanos tendemos a juzgar a una persona, organización o producto con base en la experiencia provocada por aspectos muy determinados.
Por ejemplo, si vas a la casa de tu amigo y la comida te sabe mal, es muy probable que empieces a notar que la decoración no combina, que la casa es muy ruidosa y que, incluso, los chistes de tu amigo son un poco pesados.
Toda la percepción negativa se desencadena a partir de la mala experiencia que te provocó la comida.
Lo que hizo Apple fue que desde el 2003 destinó el 60 % de su presupuesto de marketing para vincular valores aspiracionales con el iPod. Aparecía como el gadget más cool del mercado, rebelde, diferente.
Para ello utilizó la campaña de anuncios de las sombras. En los videos aparecían sombras bailando exageradamente gracias a la libertad que les daba el pequeño aparato blanco.
El Ipod afianzó la percepción de que los productos de Apple eran disruptivos. Así se empezaron a generar ventas también en las computadoras y los demás gadget que la marca lanzó en años posteriores.
Entonces, ¿qué podemos aprender del efecto halo? Acompáñanos que te lo contamos.
¿Cómo usó Apple el efecto halo?
¿Es cierto que un iPhone es mejor teléfono que los otros? Hay quienes no lo consideran así, pero los amantes de la marca no lo dudan y están dispuestos a pagar más no solo por el aparato, sino por los periféricos exclusivos. Esto se explica por el efecto halo que Apple ha sabido explotar muy bien en sus campañas de marketing.
Lo interesante aquí es cómo logró Apple que sus clientes se convirtieran en evangelizadores de la marca. Para analizarlo es necesario remontarnos al 2001 cuando se lanzó el Ipod.
La historia de Steve Jobs está recontra contada. Fue un emprendedor que desde el garaje de su casa se propuso que cada hogar tuviera un ordenador, de igual manera que tenían una televisión.
Pero, de hecho, Jobs no inventó nada, se dedicó a mejorar lo que ya existía. En ese sentido, rediseñó y mejoró un invento que fue desarrollado en 1986: el mp3.
Desde la primera conferencia en la que presentó el iPod, Steve comenzó a construir un mito en torno al aparato. Afirmó que revolucionaría industria de la música… y así fue.
Las características que destacó fueron que el dispositivo era portable, del tamaño de dos mazos de cartas, capaz de guardar mil canciones y duraba 10 horas encendido.
Sin embargo, lo que realmente lo convirtió en objeto de deseo fue su color blanco, tanto para la carcasa como para los auriculares.
Esto despertó un fenómeno llamado sesgo de la disponibilidad, que se define como la tendencia que tenemos las personas a generalizar solo porque nos encontramos ante una situación con relativa frecuencia.
Es decir, si mi tío apostó en las carreras de caballos 100 veces, pero ganó 2 veces seguidas, seguro me quedará la sensación de que tiene mucha suerte.
¿Cómo usó esto el iPod? Los auriculares blancos se destacaban de los demás, que eran negros. Esto hizo que los dueños de los ipods resaltaran.
Cuando las personas se comenzaron a encontrar con uno o dos dueños de iPod por la calle, el sesgo de la disponibilidad afianzó la idea de que ese aparato era muy popular, esto provocó que las ventas se incrementaran.
La primera generación del iPod vendió la nada despreciable cifra de 125 mil unidades y de ahí se fue para arriba hasta que llegó a un tope y otros dispositivos de Apple lo volvieron obsoleto. De hecho, este aparato acaba de ser descontinuado y ya no se fabrica más.
Pero no solo eso, Apple utilizó el efecto halo, que ayudó a la marca no solo a vender reproductores de música, sino computadoras y después lograr que su tecnología se convirtiera en uno de los objetos de culto.
De esta forma, afianzó en la mente de ciertos consumidores la idea de que sus productos son mejores.
¿Cómo puedes usar tú el efecto halo?
La ventaja del efecto halo es que su influencia es duradera. Como pudiste ver, Apple comenzó a aplicarlo desde el 2001 y todavía aprovecha su influencia positiva en ventas y satisfacción del cliente.
Sin embargo, es necesario trabajarlo. Hay estrategias que ayudan a construir esa relación cliente/producto.
Te compartimos 4 acciones de marketing que podrían ayudarte a instalar el efecto halo en tu cliente ideal:
#1. Muestra información relevante, datos, cifras. Te será útil todo aquello que demuestre el valor de tu producto. Los hechos presentados de manera verídica son muy poderosos. Eso sí, evita las afirmaciones exageradas como: millones de personas se han beneficiado con tal crema. Será mejor que presentes afirmaciones del tipo: 3.000 clientes no pueden estar equivocados. Ah, otra cosa, los números es mejor ponerlos con cifras que con letras porque impactan más en la mente.
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#2. Usar una persona influyente en tu nicho te ayudará a ganar autoridad. No te dejes deslumbrar por los influencers, busca personas que realmente le den valor a tu marca. Si vendes cosméticos, por ejemplo, la opinión de un dermatólogo podría ayudarte a construir el efecto halo.
#3. Construye un estilo de vida en torno a tu producto, algo que genere comunidad. Volviendo al ejemplo de los cosméticos, tú no vendes cremas para la cara sino juventud. Muestra a tus usarias divertidas, bailando, felices.
#4. Da una recompensa inmediata a tus prospectos. Esto hará que en su mente se fije la idea de que tu producto le hace ganar algo. Lo más obvio es ofrecer un descuento, pero los descuentos ya están tan usados que puede ser que el cliente no los registre. Sería más útil, retomando el ejemplo de los cosméticos, que en la primera compra incluyeras una cosmetiquera de regalo o un segundo producto de lujo.
Conclusión sobre efecto halo y marketing
El efecto halo es una inversión a largo plazo, pero debes tener en cuenta que es un trabajo omnicanal.
Debes asegurarte de ofrecer una buena experiencia de compra desde el empaquetado de tu producto hasta el servicio postventa.
Te recomendamos que implementes un buen servicio de atención al cliente, puedes usar alguna herramienta CRM como Hubspot. Desde un mismo panel te permite contestar mensajes de varias plataformas así como dejar respuestas automáticas.
Además, Hubspot tiene una versión gratuita que funciona muy bien.
¿Te queda alguna duda? Te leemos en los comentarios.